A partir de medidas preestablecidas y en base a peso conocido, la balanza o bascula es un instrumento de medición que, tanto en laboratorios, fábricas, producción de tecnología, hogar, almacenes y supermercados, se utiliza para pesar, con la mayor precisión posible, objetos y sustancias.
La característica fundamental es, entonces, la precisión, la versatilidad y la sensibilidad, entendiéndose por la primera la exactitud con que el aparato puede registrar el peso del objeto pesado, y por lo segundo la capacidad de repetir el mismo resultado siempre que se esté pesando el mismo elemento a través del tiempo. La precisión se mide fundamentalmente en base a la capacidad de la balanza por medir con justicia la desviación resultante de una sobrecarga. Con respecto a la sensibilidad, es precisamente la capacidad del artefacto de poder precisar mayores divisiones de una medida dada, es decir, más cantidad de decimales, al punto de que la caída de un cabello sobre el plato de pesaje sea un problema.
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